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El estatus y condiciones de los trabajadores de la “gigeconomy” ha sido un tópico de debate alrededor del mundo. En particular, la empresa Uber ha estado en el foco de una serie de disputas respecto a la clasificación de sus conductores. Este texto se enfoca en el caso de los conductores de Uber de Santiago de Chile en el año 2019 y cómo estos perciben sus condiciones de empleo, en tanto el país posee una tradición de trabajo precario y/o informal y durante ese periodo un proyecto de ley que apuntaba a codificar el estado legal de los conductores estaba siendo discutido en el Congreso. Para desarrollar la investigación, se realizaron 7 entrevistas semiestructuradas a conductores, variando en afiliación sindical, contacto con otros conductores y tiempo de actividad. Los resultados muestran cómo, a pesar de descartar la categoría de emprendedor, se toman varios elementos asociados a esta que aparecen mediados por la construcción de las condiciones de empleo como riesgosas y/o precarias y a Uber como una compañía negligente y/o explotadora. Por otro lado, los entrevistados construyen la relación que mantienen con los pasajeros como producto de sus características personales y un elemento identitario que sirve para separarlos de otros conductores de plataforma y/o taxistas. En particular, el concepto de agencia permite posicionar estos resultados dentro del marco general del país y cómo esta se asocia a los relatos sobre el trabajo informal en Chile.