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<p>La observación del enfermo es un elemento crítico de la anamnesis y el diagnóstico médico. Si bien el desarrollo científico y técnico puede aportar información de gran valor, el uso de los sentidos, fundamentalmente de la vista, el oído y el tacto, es importante en el acto médico tanto por la información que aportan como por la interacción humana con el enfermo. El sentido de la vista informa de alteraciones morfológicas y funcionales; el del oído permite discernir entre normalidad y patología en el funcionamiento visceral; el del tacto informa sobre cualidades de determinadas afecciones, además de aportar el componente mitológico/religioso de la sanación por imposición de manos. Pero, por otra parte, el enfermo puede utilizar los sentidos para obtener información y extraer conclusiones sobre el comportamiento del médico a través de los gestos, la expresión verbal, la presencia y actitud, e incluso el olor percibido en la interacción entre médico y el enfermo.</p>